El mismo amor a lo conocido lleva a un conocimiento mayor

Amadísimos, no esperéis oír de mis labios las cosas que entonces no quiso decir el Señor a sus discípulos, porque no podían soportarlas. Antes bien, progresad en el amor, que ha sido derramado en vuestros corazones por el Espíritu Santo que se os ha dado, a fin de que, con el Espíritu encendido y enamorados de las bellezas espirituales, podáis conocer con la vista y el oído interiores la luz y la voz espirituales, que los hombres carnales no pueden soportar, y que no se manifiestan de modo alguno a los ojos del cuerpo, ni tienen sonido capaz de ser escuchado por los oídos corporales. No se ama lo que se desconoce totalmente. Mas cuando se ama lo que ya se conoce de algún modo, el mismo amor lleva a un conocimiento superior y más perfecto. Si, pues, progresáis en la caridad que el Espíritu Santo derrama en vuestros corazones él os enseñará toda la verdad, o, según se lee en otros códices, él os guiará a toda verdad (Jn 16,13). Por ello se dijo: Enséñame, ;oh Yavé!, tus caminos, para que camine en tu verdad (Sal 88,11).

San Agustín.- Comentarios al Evangelio de San Juan, 96,4.