Recibid el Espíritu Santo

El Espíritu Santo es el aliento de Dios. Al ser el Hijo partícipe sustancialmente de los bienes naturales de Dios Padre,  posee el Espíritu Santo de la misma manera que uno cree que lo tiene el Padre, no como algo añadido y extrínseco, sino como cada uno de nosotros tiene en sí mismo la respiración, que sale de sus propias entrañas. Esta es la razón por la que Cristo sopló materialmente; para demostrar que lo mismo que la respiración sale fuera de la boca del hombre, materialmente, así también de la divina sustancia, de manera conveniente a la divinidad, sale el Espíritu que proviene de ella.

San Cirilo de Alejandría.-Comentario al Evangelio de Juan, 9,1.