La resurrección de Lázaro

El amor no abandona. ¿Qué es lo que le enviaron a decir sus hermanas? “Señor, aquel a quien amas está enfermo”. No le dijeron que viniese, porque al amante le basta la noticia. No se atrevieron a decirle: Ven y sánalo; ni tampoco osaron decir: Mándalo desde ahí y surtirá efecto aquí. ¿Por qué no son estas alabadas como lo fue la fe del centurión? Pues este dijo: “No soy digno de que entres en mi casa, pero di una palabra y será sano mi siervo”. Nada de esto dijeron estas hermanas; solamente: “Señor, aquel a quien amas está enfermo”. Basta con que lo sepas, pues no abandonas a los que amas.

San Agustín.-Tratados sobre el Evangelio de Juan, 49,5.