Nadie conoce al Padre, sino el Hijo

Todo es dado por el Padre. Entiende en sentido místico al Padre que entrega y al Hijo que recibe. De otro modo, si queremos entenderlo según nuestra fragilidad, cuando comienza a tener el que recibe, comienza a no tener el que ha dado. En todas las cosas que le han sido entregadas no hay que entender el cielo y la tierra, los elementos y lo demás que Él mismo hizo y creo, sino aquellos que por medio del Hijo tienen acceso al Padre, los que antes fueron rebeldes y luego comenzaron a conocer a Dios.

San Jerónimo.- Comentario al Evangelio de Mateo, 2, 11, 27.