El buen pastor
¿Quiénes son los que se apacientan a sí mismos? Aquellos de quienes dice el Apóstol: Todos buscan sus intereses, no los de Jesucristo (Flp 2,21). Nosotros, a quienes el Señor nos puso, porque así él lo quiso, no por nuestros méritos, en este puesto del que hemos de dar cuenta estrechísima, tenemos que distinguir dos cosas: que somos cristianos y que somos pastores vuestros. El ser cristianos es en beneficio nuestro; el ser pastores, en el vuestro. En el hecho de ser cristianos, la atención ha de recaer en nuestra propia utilidad; en el hecho de ser pastores, no hemos de pensar sino en la vuestra. Son muchos los que siendo cristianos, sin ser pastores, llegan hasta Dios, quizá caminando por un camino más fácil y de forma más rápida, en cuanto que llevan una carga menor. Nosotros, por el contrario, dejando de lado el hecho de ser cristianos, y, según ello hemos de dar cuenta a Dios de nuestra vida, somos también pastores, y según esto debemos dar cuenta a Dios de nuestro servicio.
San Agustín.- Sermón 46,2,14.