Curación de la hemorroisa

Ironías sobre su curación. Gloria a ti, Hijo de la substancia escondida, puesto que mediante la enfermedad oculta y los tormentos de una mujer afligida por el flujo de sangre, fue anunciada tu curación oculta, y la muchedumbre pudo contemplar la divinidad oculta por medio de una mujer visible. Mientras que el Hijo curaba, aparecía su divinidad, y mediante la curación del flujo de sangre de una mujer, se manifiesta su fe. Ella le hizo objeto de su predicación, e incluso ella misma era predicada juntamente con Él; tanto la verdad como sus pregoneros eran a la vez proclamados. Lo mismo que esta mujer fue testimonio claro de la divinidad del Señor, también Él fue testimonio de la fe de ella. La mujer le entregó su fe y a cambio, como recompensa, Él le concedió la curación.

San Efrén de Nisibe.- Comentario al Diatessaron, 7, 1-2.