No he venido a abolir la Ley o los Profetas

Cumplir el menor de los mandamientos. Si es una impiedad deshacer los mandamientos más pequeños, mucho más lo será deshacer los grandes y mayores. Por lo que el mismo Espíritu Santo declara por Salomón: “El que desprecia lo pequeño se precipita poco a poco” (Si 19,1).

Y por eso no hay que desautorizar ninguno de los preceptos divinos, nada hay que mutilar sino conservar y enseñar la totalidad con espíritu fiel y sumiso para que no perdamos la gloria del reino celeste; porque lo que según el juicio de los infieles y los hombres del mundo es considerado ínfimo y pequeño, no es pequeño para Dios, sino necesario. Y el Señor muestra que quien los enseñe y lleve a cabo va a ser grande en el reino de los cielos. Por eso no sólo hay que trabajar con palabras, sino también con obras, no sólo enseñar, sino hacer lo que has enseñado.

Cromacio de Aquileya.- Comentario al Evangelio de Mateo, 20,2,1-3.