La luz del mundo

Iluminados por Cristo. El Señor llamó a sus discípulos sal de la tierra porque sazonaron por medio de la sabiduría celeste los corazones del género humano, desvirtuados por el diablo. Ahora los llama también luz del mundo porque, iluminados por Él que es la luz verdadera y eterna, se han hecho también luz de las tinieblas. Pues como Él es el sol de justicia, no sin razón da también a sus discípulos el nombre de luz del mundo, porque por medio de ellos, como si se tratara de unos rayos brillantes, derramó por todo el orbe la luz de su conocimiento; pues, manifestando la luz de la verdad, pusieron en fuga de los corazones humanos las tinieblas del error.

Cromacio de Aquileya.- Comentario al Evangelio de Mateo, 19, 1, 1-2.