Había un hombre rico que tenía un administrador

Uso de lo temporal en función de las riquezas del cielo. Una nueva parábola es la del administrador acusado ante el amo. A pesar de que fue alabada la astucia de este mal administrador en presencia de su amo, lo que causa asombro es que gasta injustamente las propiedades que debía administrar; al condonar injustamente y con engaño las últimas deudas. Fue elogiado porque, con lo que no era suyo, de hecho pensaba adquirir y de hecho adquirió, lo que habría de ser para él, o sea, amigos y partidarios. Pero Adán,  con lo que no era suyo, adquirió algo que no le aprovecharía: es decir, espina y dolores. Hijos de Adán, comprad las cosas que no mueren con aquellas efímeras que no son vuestras.

San Efrén de Nísibe.- Comentario al Diatesarón, 14,21.