Maestro, qué bien estamos aquí

Pedro pensó que el reino había llegadoEl designio divino todavía estaba en el comienzo ¿cómo iba a ser razonable, entonces, que Cristo abandonara el amor por el mundo, apartándose de su fin, que era sufrir por él? Salvó a cuanto existe bajo el cielo, después de aceptar la muerte misma en el cuerpo y de vencerla a través de la resurrección de los muertos. Pedro, por tanto, no sabía lo que decía.

San Cirilo de Alejandría.-Comentario al evangelio de Lucas, 9,27.