Las tentaciones de Jesús en el desierto

Adán sale del paraíso al desierto; Cristo del desierto al paraíso. Es conveniente recordar cómo el primer Adán fue expulsado del paraíso al desierto para que adviertas cómo el segundo Adán viene del desierto al paraíso…, la muerte por un árbol, la vida por la cruz. Uno despojado de lo espiritual se ha cubierto con los despojos de un árbol; otro, despojado de lo temporal, no ha deseado un vestido corporal. Adán está en el desierto, también en el desierto está Cristo, ciertamente Él sabía dónde podía encontrar al condenado para disipar su error y conducirlo al paraíso…

Jesús, pues, lleno del Espíritu Santo, es conducido al desierto intencionadamente, con el fin de provocar al diablo misteriosamente, pero si éste no hubiera combatido, el Señor no hubiera vencido por mí.

San Ambrosio.- Exposición sobre el Evangelio de Lucas, 4,7,14.