Son muchas las obras desaparecidas tras la desamortización. Entre las conservadas es necesario mencionar las siguientes.

Orfebrería

Custodia de Plata sobredorada. Tipo sol, obra madrileña, siglo XVIII

Un cáliz del monasterio de Monfero. De plata, clasicista, siglo XVII avanzado sin punzonar, y otros tres rococós.

Relicario del Beato Rafael Arnáiz. De plata en su color, e el pie lleva grabada la leyenda SOLO DIOS. Se realizó en 1993 por los plateros LADO de Santiago.

Báculo abacial de Monfero. De plata en parte sobredorada, lleva dos medallones repujados con la Lactación de san Bernardo y el escudo del monasterio. Una plaquita nos ofrece el nombre del autor: EN FERROL CASTRO FECIT, que es un orfebre activo a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Báculo abacial de Oseira. Se hizo con motivo de la bendición abacial del P. Plácido González Cacheiro, en 1977. Es bronce fundido, con un indudable aire moderno, realizado por el escultor orensano Buciños

Imágenes y cuadros

Entre las obras escultóricas dispersas por diversas dependencias de la casa de las que no hemos hecho referencia, señalamos en primer lugar el importante y magnifico Cristo de marfil, mide 72 x 25 cm, obra del siglo XVII.

En el oratorio de los monjes hay una talla muy digna de la Asunción, del siglo XVII, y un Cristo grande del siglo XVIII.
Importante aunque en gravísimo estado de deterioro es la figura del Cristo flagelado, obra del siglo XVII, atribuido a Alonso Martínez. También son de calidad, de principios del siglo XVII, las tallas de San Juan y de la Dolorosa que formaron parte de un calvario.

Así mismo se conservan columnas y estatuas del baldaquino que ocupó la capilla mayor, entre los dos magníficos relieves de la Lactación y la Aparición de Cristo a san Bernardo. Obra del siglo XVII.

Los cuadros que adornan actualmente las dependencias monásticas con interpretaciones de iconos bizantinos o representaciones de santos o personajes de la Orden Cisterciense, para los que se han tomado los rostros de miembros de la comunidad son obra de Fray María Luis Álvarez, monje de la abadía de Oseira.

Farmacia.

El botamen de la farmacia monástica, de Sargadelos, siglo XIX.

Vestiduras sagradas.

En cuanto a ornamentos sagrados que tan abundantemente tuvo la sacristía ursariense hoy subsisten una mitra rica del siglo XIX, un terno de color blanco del siglo XVII, otro rojo de fines del siglo XVI con santos bordados, otro negro del siglo XVIII y un último verde del XVII de terciopelo.

Fotografías