Mi mensajero

            La voz del que grita. Con toda claridad, coloca el comienzo de evangelio en las palabras de los santos profetas, e indica desde el principio que Aquel que ellos han reconocido como Señor y como Dios es el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien les prometió enviar un mensajero delante de él; y este era Juan que “en el Espíritu Santo y en el poder de Elías”, gritaba en el desierto “preparad el camino del Señor enderezad los senderos ante nuestro Dios”. Los profetas no anunciaban ya un Dios ya otro cualquiera, sino a un solo y único Dios, aunque con diversas expresiones y múltiples apelativos.

San Ireneo de Lyon.- Contra las herejías, 3,10,6.