Decidlo a plena luz

Nosotros no leemos que el Señor tenga la costumbre de hacer declaraciones durante la noche y de transmitir sus enseñanzas entre tinieblas. Más bien, todos sus discursos son como tinieblas para los hombres carnales y su palabra es como noche para los que no tienen fe; cada uno debe anunciar mediante una confesión de fe libre lo que ha dicho. Por eso Cristo manda predicar en la luz lo que se ha dicho en tinieblas, para que lo que se ha confiado secretamente al oído se entienda en las techumbres, o sea, mediante una proclamación que se eleva desde la boca del que habla.

San Hilario de Poitiers.- Sobre el Evangelio de Mateo, 10,17.